Leyó, de pequeña, muchos libros de mayores; de mayor, lee y contempla libros infantiles. Será por eso que desconfía de los compartimentos que maneja el mercado editorial… y de todas las clasificaciones que ponen puertas al campo.
Le gusta jugar, pero solo con aquellos que disponen de tiempo y se entregan al juego a fondo, como los niños y algunos animales. Desde siempre, defiende que los libros, y el arte en general, son formas lúdicas y refinadas de la amistad, instrumentos para saltar más allá del horizonte de nuestras limitaciones.
Es doctora en Literatura, lo que no le impide hablar con entusiasmo de ciertas lecturas. También es madre, un oficio a tiempo completo y de aprendizaje continuo que solo entiende desde el disfrute y el descubrimiento.
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