Isabel Urueña es una poeta singular y, por tanto, extraordinaria. Cuando su esfuerzo creativo abandona la dirección de orquestas, la composición y los trabajos pedagógicos universitarios, Isabel, se abandona a los huracanes poéticos.
“A los que tragaron el beleño sobreviene gran relajación de juncturas, se les apostema la lengua, se les hincha la lengua de espuma, se les inflaman y paran turbios los ojos, se les estrecha el aliento y les acude sordera con vahídos de cabeza y comezón en las encías y en todo el cuerpo. Además de esto, se les embota el sentido y les toma la gota coral. Al hyoscyamo negro refiere Avicena todos aquellos daños que atribuyeron a la citura Dioscórides y Paulo Egineta. Es eficaz remedio contra el hyoscyamo la pimienta, bebiéndose de ella dos dracmas con algún vino oloroso”.
Andrés de Laguna
(Del “Libro de los venenos”, de A. Gamoneda)